domingo, 24 de abril de 2016
Horóscopos y Bombillas
Fíjate en lo bien que te conoce el, o la, que ha confeccionado este horóscopo. ¡Feliz día!.
-¿Cuántos Aries se necesitan para cambiar una bombilla?
-Sólo uno, pero se necesitarán muchas bombillas.
-¿Cuántos Tauro se necesitan para cambiar una bombilla?
-Ninguno, a los Tauro no les gusta cambiar nada.
-¿Cuántos Géminis se necesitan para cambiar una bombilla?
-Dos, por supuesto. Van a tardar todo el fin de semana, pero cuando terminen la bombilla va a
hacer el aseo de la casa, hablar francés y dar luz del color que Ud. quiera.
-¿Cuántos Cáncer se necesitan para cambiar una bombilla?
-Sólo uno, pero tendrá que pasar tres años en terapia para sobrellevar el proceso.
-¿Cuántos Leo se necesitan para cambiar una bombilla?
-Un Leo no cambia bombillas, a no ser que él sujete la bombilla mientras el mundo gira en torno a él.
-¿Cuántos Virgo se necesitan para cambiar una bombilla?
-Vamos a ver: uno para apretar la bombillo, uno para tomar nota de cuándo se quemó la bombilla y la fecha en que fue comprada, otro para decidir quién tuvo la culpa de que se quemara la bombilla, diez para remodelar la casa mientras que el resto cambia la bombilla.
-¿Cuántos Libra se necesitan para cambiar una bombilla?
-Bueno, en realidad no sé... pienso que depende de cuándo se quemó la bombilla. Tal vez sólo uno, si fuera una bombilla común, pero dos si la persona no sabe donde encontrar una bombilla nueva, o tal vez...
-¿Cuántos Escorpio se necesitan para cambiar una bombilla?
-¿Quién es el que quiere saber? ¿Por qué Ud. es el que quiere saber?, ¿acaso es policía?
-¿Cuántos Sagitario se necesitan para cambiar una bombilla?
-El sol está brillando, es temprano, tenemos toda la vida por delante y ¿Ud. está preocupado por cambiar una estúpida bombilla?
-¿Cuántos Capricornio se necesitan para cambiar una bombilla?
-Ninguno. Los Capricornio no cambian bombillas, a no ser que sea un buen negocio.
-¿Cuántos Acuario se necesitan para cambiar una bombilla?
-Van a aparecer cientos de Acuarios, todos compitiendo para ver quién va a ser el único en traer la luz al mundo.
-¿Cuántos Piscis se necesitan para cambiar una bombilla?
-¿Qué?... ¿acaso se apagó la luz?
jueves, 14 de abril de 2016
Qué difícil es jugar contra once
El mediocre y gris Luis Enrique ha metido en el túnel del "síndrome Queiroz" al gran Barcelona. Su estéril metodología, su mezquino intelecto ha logrado que el equipo azulgrana sea un equipo anodino y lo que es aún mucho peor: está exhausto físicamente, al borde de la asfixia general y se ha convertido en una máquina de perder partidos.
Tras el aparatoso éxito de la temporada anterior, cuando fue Messi quien lo ganó todo, este personaje que se dice entrenador volvió a cometer el típico error de que un genio se recupera de sus fracasos, pero un mediocre jamás se recupera de un éxito.
Con una planificación obtusa jamás ha rotado al equipo titular. Messi le exige jugar. Suárez le condiciona sus goles si no juega. Neymar dice que habla catalán y que se le necesita. Iniesta no puede sentarse en el banquillo. En resumen, el cansancio ha comprometido a este equipo a un escaparate de tortura. Los Tres Sudamericanos ya no pían. Piqué está con el periscopio y, mientras tanto, el Barça se sumerge en la neblina del "síndrome Queiroz" , cuando el técnico madridista fundió al Madrid en el mes de marzo y dejó al equipo sin un título. No digo que vaya a suceder, pero el Barça se ha metido en la irreversible espiral del pánico al fracaso. Lo puede perder absolutamente todo. Luis Enrique no se fía de sus suplentes. Pero él es Arda Turán, Sandro, Aleix Vidal, Mathieu, Munir y hasta Sergio Roberto. Mediocridad comparados con los titulares.
El Atlético de Simeone, una vez más, le dio una exhibición de personalidad, de carácter, de orgullo y de presencia, con un equipo que es de dudosa reputación individual. Esta vez, por fin, el árbitro no les dejó con diez. Sin embargo, Rizzoli no expulsó a Suárez- este Hannibal Lecter es de cuidado- al darle un codazo a Godín. Tampoco el amigo de Collina expulsó a Neymar por una agresión sin balón. Y, encima, en el penalti de Iniesta ni siquiera le expulsó. El Barça debió haberse quedado con ocho jugadores en el campo, en medio de un histerismo general. Sí, es verdad que no pitó un penalti a Gabi, pero el tiempo estaba traspasado y el Barça debía jugar con ocho.
El caso Neymar es patológico. Es un jugador mentira tras otra mentira. Se le ha vendido como el nuevo Pelé y ni siquiera llega a Robinho. Es problemático. Gana una barbaridad. Encima sólo ha generado problemas fiscales, institucionales y de prestigio al Barcelona. Es un desastre y, encima, a pesar del contrato no habla catalán y exige la Sagrada Familia de Gaudi para renovar. El fútbol actual genera monstruos que debían ser estudiados por una sociedad racional. Pero eso no existe.
Un amigo barcelonista me ha puesto el siguiente mensaje."Luis Enrique, vete ya". Pero no sólo eso. Le he respondido. "¿Dónde está Messi?". Es el nudo gordiano del "impasse" azulgrana.
Al final, Arbeloa tenía razón: "Que difícil es jugar contra once".
Juan Ruiz
El Mundo 14/04/16
miércoles, 13 de abril de 2016
Credence Clearwater Revival y el Travelin’ band
https://youtu.be/mZBz0sc1Hao
Hoy leo en "El País", un artículo sobre grandes timos en la historia del pop, y me encuentro con la gran decepción de que la famosa canción de Rock and roll Travelin’ band de los Credence Clearwater Revival, realmente fue un plagio al legendario Little Richard, posteriormente reconocido por John Fogerty:
Credence Clearwater Revival: esquilmando al maestro. Aunque son muchos los que han bebido del jugoso cancionero de Little Richard, uno de los padres fundadores del rock’n’roll, el caso más criminal es el de Travelin’ band, del grupo Creedence Clearwater Revival. El tema fue (ejem) compuesto por el líder del grupo, el cantante y guitarrista John Fogerty en 1970, arrasó en medio mundo y fue versioneado por Elton John, Def Leppard o Jerry Lee Lewis.
Pero en 1972, la compañía que poseía los derechos de autor de Little Richard denunció a Fogerty por considerar que Travelin’ band era demasiado parecida al tema Good Golly, Miss Molly. El incidente se resolvió fuera de los tribunales, ya que Fogerty reconoció que había sido un “plagio incidental”, es decir, que lo había hecho sin querer. Suena a excusa barata, pero creíble si tenemos en cuenta que, en una ocasión, Fogerty llegó a plagiarse a sí mismo: en su día fue demandado por la compañía propietaria de la canción Run through the jungle, que era suya, por considerar que se parecía demasiado a The old man down the road, que también era suya. Increíble.
'Traveling' band' es muy parecida a 'Good Golly, Miss Molly'. Como 'I'm down', de
los Beatles, a 'Tutti frutti'. Little Richard esquilmado por partida doble
martes, 12 de abril de 2016
Ni un paso atrás más
Repatriación de los musulmanes a sus países de origen y prohibición de la práctica pública del islam, únicas salidas para la supervivencia europea
Si existe una evidencia que tendría que aparecer de manera
deslumbrante a los europeos en general y a los españoles en particular es
aquella de la total imposibilidad de la comunidad musulmana a vivir en paz al
lado de una comunidad no musulmana.
Tenemos entre nosotros un gravísimo problema, que los
políticos y los medios de comunicación casi sin excepción callan de una manera
abyecta. Y a ese problema hay que ponerle el nombre que tiene: ISLAM.
Ya no se trata de saber si se puede “arreglar las cosas”,
“hacer pedagogía”, “mejorar la educación”, “favorecer la integración”,
“entender al Otro”, “aceptar la diversidad”, “tolerar la diferencia”,
“enriquecerse con su presencia”… Que aquellos que aún creen en esas quimeras se
despierten de una vez: se trata de saber si queremos que la ley islámica,
organizada de manera natural por una población que no hace más que perpetuar un
modo de vida milenario, se convierta en la ley que rija nuestra sociedad y
controle nuestras vidas, o si por el contrario queremos ser un país soberano de
hombres y mujeres libres. Seamos claros: la inmensa mayoría de los musulmanes
presentes sobre suelo europeo se sienten ante todo musulmanes, se identifican
con sus países de origen y no tienen interés ni voluntad de integrarse en una
sociedad de la que se sienten totalmente extranjeros, a la que además
desprecian y odian, cada día que pasa con menor disimulo.
Todos esos musulmanes a los que se ha dado la nacionalidad
de algún país europeo (y todos los que están a la espera de beneficiarse a su
vez de esa delirante y suicida generosidad nuestra) no pierden nunca la
oportunidad de reivindicar esa condición que parece otorgarles el derecho de
violentar impúnemente la sociedad que los acoge y que no tienen otro deseo que
destruir. ¿Pero qué entienden por ser ciudadanos de Europa? Una pertenencia
legal, unos papeles de identidad que les dan un cierto número de derechos y
deberes, sobre todo derechos, muchas comodidades y no pocos privilegios, pronto
un certificado de superioridad. Ser español, francés, británico, etc, deja de
tener el más mínimo significado cultural e identitario para convertirse en una
mera apelación política legal, una formalidad administrativa. Los musulmanes
serán europeos de “papel” pero nunca pertenecerán a la civilización europea,
pues el islam es un cuerpo extraño en un organismo que lo rechaza por incompatibilidad
total.
Los que creen que el aspecto conquistador, oscurantista,
totalitario y sanguinario del islam es una novedad debida al colonialismo, a la
globalización, al imperialismo norteamericano u otras bobadas se equivocan
gravemente. El islam no ha cambiado desde hace 13 siglos, lo que ha cambiado es
el número de sus adeptos en expansión demográfica gigantesca desde hace 50
años. La conflictividad que aportan los musulmanes a la realidad europea (en
algunos países de manera más brutal que en otros, pero todos en vías de sufrir
el mismo funesto destino), sus inagotables reivindicaciones, sus exigencias sin
freno, su voluntad manifiesta de subvertir nuestras leyes y valores, es un
comportamiento insurreccional, es el rechazo de la población musulmana, que se
sabe en crecimiento exponencial, a someterse a la ley y a la autoridad de
países dirigidos por infieles.
Aquellos que piensan que mediante la “pedagogía” y la
“educación” las masas musulmanas se integrarán en nuestros valores ignoran
simplemente que ninguna educación es susceptible de civilizar a los musulmanes,
para quienes la única educación posible y aceptable es la que proviene de la
sharia, la que imparte la ley islámica. La única educación que influye en los
musulmanes es la que le inculca el medio familiar. Y en el islam, donde la
relación padre/hijo no es realmente autoritaria, la costumbre prevalece sobre
la autoridad paterna y la asociación horizontal entre hermanos (varones) es la
relación fundamental. El sistema es muy igualitario, muy comunitario pero no
favorece en nada el respecto de la autoridad en general y la del Estado en
particular. Es por esa razón que todos (todos sin excepción) los Estados
musulmanes del planeta son dictaduras, por más maquilladas que se presenten a
la mirada del mundo (nadie pensará seriamente que Pakistán, Egipto, Marruecos o
Turquía son democracias, o que Buggs Bunny es un conejo parlante de verdad).
Aquello que los padres musulmanes no enseñan a sus hijos, es decir una cierta
cantidad de reglas indispensables a la vida en una comunidad humana y a la
formación de una sociedad coherente y estable, el Estado se encarga de
imponerlo mediante una represión feroz. La sociedad islámica que ha nacido y se
ha expandido por la espada no puede mantenerse y perpetuarse más que a través
de la violencia, el autoritarismo y el despotismo. No es una teoría, es una
constatación.
Esta universal realidad del mundo musulmán nos anuncia sin
velo lo que nos espera. La única manera de hacer funcionar una sociedad
islámica consiste en leyes y en un Estado liberticidas. La islamización
creciente de los países de Europa se verá acompañada de un endurecimiento de
las leyes para el conjunto de la población. Y esto por dos razones: 1/ para
adaptar la forma de gobierno al gusto y de acuerdo a las aptitudes de los
“nuevos europeos”, totalmente ineptos para vivir en democracia y en un Estado
de derecho; y 2/ porque para controlar a una población indócil, de costumbres y
comportamientos incivilizados, refractaria al orden y al cumplimiento de la
ley, sólo tiene alguna posibilidad de éxito un Estado despótico dotado de un
arsenal de medidas represivas y carente de escrúpulos a la hora de aplicarlas.
Véase sino cualquier país musulmán, el que sea (Pakistán, Libia, Sudán, Irán y
una cincuentena más…) Eso es a lo que vamos: para controlar o mantener en un
nivel lo más bajo posible la incivilidad y los desórdenes de unos huéspedes
levantiscos, impondremos la tiranía para todos, el garrote universal. Con la
única finalidad de prolongar la agonía un tiempo más, pues esa época ya
empezada en que veremos perder una tras otra todas nuestras libertades tan
costosamente conseguidas no será más que el prólogo de la debacle final. Esto
que está pasando ya ha ocurrido en siglos pretéritos.
Sólo basta asomarse a los libros de historia para comprobar
que los mismos errores traen los mismos castigos, una y otra vez a lo largo de
los tiempos.
Recordemos lo que le ocurrió al Imperio Romano. En el año
212 el emperador Caracalla otorga la ciudadanía al conjunto de los habitantes
del Imperio Romano, que en esa época era mitad europeo y mitad oriental (África
del norte, la mayor parte del Próximo y del Medio Oriente eran territorio
imperial). Roma misma estaba saturada de inmigrantes orientales. Es a partir de
esa época cuando el Imperio empieza a derivar hacia la autocracia absoluta.
Para gobernar un imperio multicivilizacional era necesario un poder absoluto, y
este tipo de gobierno estaba plenamente en la costumbre de los orientales.
Podemos afirmar que la Europa actual, en fase de convertirse también en un
imperio, sigue ese mismo camino, no en virtud de la anexión de territorios
orientales, pero si por una inmigración sin precedentes proveniente de esas
regiones.
Estamos confrontados a la primera fase de una islamización
exponencial de la sociedad europea, es decir una islamización de poblamiento,
de colonización demográfica que prepara el terreno a la segunda fase de este
proceso: la organización metódica de esa islamización, la toma en mano de las
masas musulmanas por los imanes y otros líderes políticos y religiosos que ya
están sobre el terreno encuadrándolas y aleccionándolas para la implantación de
su proyecto global: un proyecto teocrático basado en la voluntad de erradicar
las sociedades no musulmanas. Esa islamización tendrá lugar, con o sin
represión, con bonanza o con crisis económica, con la colaboración activa o el
rechazo pasivo de los europeos, pero este es el objetivo declarado e
irrenunciable de los nuevos invasores mahometanos.
Que todos y cada uno de nosotros se meta esto en el cráneo:
todo país que cobije una minoría significativa de musulmanes se expone a
gravísimos problemas, tanto para la seguridad interna de su país como para su
misma integridad. En palabras del antiguo presidente bosnio Alia Itzetbegovic
(considerado poco menos que una especie de Ghandi balcánico en su momento,
frente al “fascista” Milosevic en la película de “buenos y malos” que nos
vendieron entonces): “No hay paz ni coexistencia posible entre la religión
islámica y las instituciones políticas y sociales no musulmanas”. Se puede
decir más alto pero no más claro.
Mientras haya en Europa millones de musulmanes, habrá una
amenaza absolutamente mortal para nuestra sociedad, nuestros valores y
finalmente para nuestro derecho a permanecer libres en nuestra tierra. Al
final, tendremos que plantearnos una solución que por el momento es todavía
impensable para muchos, incluso para no pocos de aquellos que hacen de la lucha
contra la islamización su combate principal.
Esta solución es la repatriación hacia sus países de origen
del conjunto de las poblaciones musulmanas seguida de la prohibición de la
práctica pública del islam para los pocos que quedaran y que deberán
imperativamente probar su asimilación a la civilización europea, lo que significa
por definición el abandono de la religión musulmana. Toda propuesta de
compromiso con el islam instalado en nuestra casa y comportándose ya como en
territorio conquistado es la aceptación de la derrota, la renuncia a la
libertad, la resignación ante la muerte.
Alerta Digital
22/03/2016
miércoles, 6 de abril de 2016
Hoy en Europa está prohibido decir la verdad
Orbán: 'Hoy en Europa está prohibido decir la verdad'.
Viktor Orbán es Primer Ministro de Hungría
"Europa, nuestra casa común, no es libre", ha dicho el díscolo primer ministro húngaro, Viktor Orbán, en un discurso con motivo del Día de la Independencia de Hungría que ha sonado como un grito de resistencia para toda Europa ante las amenazas a su identidad y la soberanía de sus naciones.
La 'bestia negra' de los globalistas europeos, el hombre que ha resistido a pie firme las amenazas de sanciones y represalias de sus poderosos socios en la UE por su clara defensa de la identidad húngara y europea frente a la avalancha de los recién llegados del Tercer Mundo y al que la realidad ha acabado dando la razón, recordó que Europa no es libre porque no está permitido decir la verdad.
En LA GACETA hemos hecho frecuente referencia al 'pacto de silencio' de las autoridades europeas con las fuerzas del orden y los grandes medios de comunicación para mostrar al público una imagen distorsionada y buenista de la crisis de los refugiados, ninguneando o acallando los incontables quebraderos de cabeza, choques culturales, problemas de seguridad y orden público, creación de guetos, fomento del extremismo y costes inasumibles.
Una censura más insidiosa que el lápiz rojo de las dictaduras -abierta y reconocida al fin- se cierne sobre las malas noticias que afectan a los recién llegados mediante presiones políticas y financieras y afinidades ideológicas, una llaga sobre la que Orbán pone el dedo sin disimulos.
"Está prohibido decir que quienes llegan no son refugiados, sino que Europa está amenazada por la inmigración"*, desgranó Orbán en un discurso que ya puede calificarse de histórico.
"Está prohibido decir que decenas de millones se preparan para partir en dirección a nuestros países".
"Está prohibido decir que la inmigración trae el crimen y el terror a nuestras naciones".
"Está prohibido señalar que las masas que llegan de otras civilizaciones ponen en peligro nuestro modo de vida, nuestra cultura, nuestras costumbres y nuestras tradiciones cristianas".
"Está prohibido advertir que quienes llegaron en oleadas anteriores ya han creado sus propios nuevos mundos propios para sí mismos, separados, con sus propias leyes e ideales, que están forzando la destrucción de la milenaria estructura de Europa".
"Está prohibido reconocer que no se trata de una cadena de consecuencias casual e involuntaria, sino una operación orquestada y preparada de antemano; una masa de gente dirigida contra nosotros".
"Está prohibido decir que en Bruselas están fraguando planes para transportar extranjeros aquí tan pronto como sea posible e instalarlos entre nosotros".
"Está prohibido admitir que el objetivo de instalar a esa gente aquí es remodelar el paisaje religioso y cultural de Europa y alterar sus cimientos étnicos, eliminando así la última barrera contra el mundialismo: los Estados-nación".
"Está prohibido decir que Bruselas está ahora devorando clandestinamente más y más espacios de nuestra soberanía nacional, y que en Bruselas muchos estudian ya los planos de unos Estados Unidos de Europa para los que nadie les ha dado autorización".
"Hoy se ha escrito en el libro del destino que poderes mundiales ocultos y sin rostro eliminarán todo lo que es único, autónomo, ancestral y nacional. Mezclarán culturas, credos y poblaciones hasta que nuestra polifacética y orgullosa Europa se vuelva dócil y pierda su vitalidad. Y si nos resignamos a este resultado, nuestro destino estará marcado y acabaremos digeridos en las enormes tripas de los Estados Unidos de Europa".
Carlos Esteban.
La Gaceta 19/03/2016
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