sábado, 31 de mayo de 2014

Pablo Iglesias / Cayo Sempronio


Paralelismo entre Pablo Iglesias (el Coleta) y Cayo Sempronio Graco
Extraido del artículo de Pedro G. Cuartango en Orbit

     COMO LA Historia se repite ya sea como farsa o como drama, la figura de Pablo Iglesias, el líder de Podemos, recuerda mucho a la de Cayo Sempronio Graco, el tribuno de la plebe que intentó acabar con el poder de la aristocracia en Roma y realizar reformas sociales como el reparto de la tierra.
     Fue Cayo quien impulsó una norma que castigaba a los jueces que prevaricaban, quien sacó adelante la primera ley de incompatibilidades y quien estableció un control de precios sobre los cereales.
     Este tribuno fue el primero que creó una legislación electoral para introducir las circunscripciones y regular las condiciones del voto. Sus medidas contaron siempre con la oposición de un sector del Senado, que veía en él un peligroso revolucionario pese a que había nacido en el seno de una ilustre y rica familia....
     Espero que esta historia acabe bien.
     Cayo Sempronio se suicidó.
    
     ......La cuestión es si ahora va a suceder algo similar en España. Muchas de las recetas de Pablo Iglesias son utópicas e irrealizables, otras son sencillamente imposibles de costear. E incluso hay en su discurso un componente demagógico. Pero en lo que aciertan Iglesias y su partido es en la denuncia de un insoportable estado de cosas y de los vicios de una clase política que se ha convertido en una casta que sólo defiende sus intereses.
     Iglesias tiene razón en el diagnóstico pero no en la terapia que propone. Minimizar el 1,2 millones de votos que ha obtenido sin apenas estructura organizativa es un error...... 
     ......Iglesias ha llegado y se va a quedar porque tiene más credibilidad que muchos de nuestros gobernantes. Sobre esto es lo que deberían reflexionar PP y PSOE.

Utopías


Artículo publicado por Enric González el 31/05/14 en El Mundo.
Auténticamente Real


      SIMPATIZO CON Podemos. No conozco a Pablo Iglesias y apenas le he visto por televisión. He leído el programa del partido y no me lo creo, porque en mi opinión no debemos trabajar menos, sino más y mejor, pero eso me parece poco importante: el PP ha demostrado que los programas electorales de mayor éxito pertenecen al género de la fantasía.

     Simpatizo con Podemos por las reacciones que han provocado sus cinco eurodiputados, por el miedo que despierta entre lo más rancio de la casta dominante, por lo modesto de su estructura, por su audacia, por su juventud y porque, a diferencia de los grandes partidos, no se les puede acusar de conspiración para delinquir.

      De momento, su financiación parece legal.
     Simpatizo con Podemos porque tal vez logren canalizar hacia la política la frustración de una juventud sin futuro y la indignación de una ciudadanía estafada. Y simpatizo con Podemos porque de entre todas las mentiras, me ofenden menos las de la izquierda. Ahora bien, intentemos mantener las cosas dentro del ámbito de la racionalidad.

     La gente de Pablo Iglesias, entre la que figuran personas tan respetables como Carlos Jiménez Villarejo, representa apenas un epifenómeno, una vaga esperanza de un atisbo de posibilidad.

     Mientras no se demuestre lo contrario, seguimos donde estábamos: con el Gobierno de Mariano Rajoy, con escasas posibilidades de cambio mientras el Partido Conservador del Sur (antes PSOE) persista en su penosa decadencia, con el bloqueo del proceso catalán (conociendo el retrato que de la independencia pintan los nacionalistas, hay que tener valor para acusar a Podemos de populismo) y con la Unión Europea deslizándose hacia el desastre. Lo del PP, lo del Partido Conservador del Sur y lo del proceso son problemas soportables. Lo de Europa no lo es. Sabemos cuál es la alternativa a la Unión, porque algo recordamos de nuestra historia. Y, sin embargo, estamos dejando que se consuma un proyecto maravilloso, una utopía realizable, una garantía de paz y prosperidad en el siglo XXI; hemos entregado un gran sueño a unos contables que manipulan las cifras, a unos políticos que ocultan su mezquindad tras el patriotismo, a unas élites que juegan con la baraja trucada de los paraísos fiscales.
     Y aquí lo que nos preocupa es la coleta de Pablo Iglesias. Nos merecemos lo que va a venir.

sábado, 10 de mayo de 2014

La verdad del voto en blanco y el voto nulo




        Además de no ir a votar, el ciudadano tiene 3 formas de participar en elecciones:

- Votando a un partido
- Votando nulo
- Votando en blanco.

       Cuando llegan elecciones el ciudadano se plantea de si ir o no votar, y en caso de que esté molesto con el Sistema, votar en blanco o nulo, pero ¿qué es cada cosa y qué beneficios o problemas tiene para el ciudadano?

       Lo primero que tiene que saber el ciudadano, es que es su obligación participar en los asuntos públicos de forma activa, por tanto nuestra situación actual es el reflejo de haber dejado de lado esa participación, lo que ha originado que se haya viciado el Sistema y no funcione, siendo la corrupción uno de los principales temas de preocupación del ciudadano en estos días.

       Votar, lo primero que sabemos es que el ciudadano no se esfuerza en conocer qué opciones podrá votar, la gran mayoría va a votar lo de siempre, a votar de oídas o con lo que más le agrade a ojo de lo que vea en la mesa de voto.
La gente que opta por votar en blanco, votar nulo o no votar lo hace porque no ha hecho antes el sano ejercicio de informarse y dedicar su voto a una nueva formación para reoxigenar el Sistema que tanto le oprime, y si piensa que tomar una de esas opciones es un acto de rebeldía, ha de saber que lo que es, es un acto de insensatez.

Voto Nulo

        El voto nulo es meter varias papeletas diferentes en un sobre, meter una papeleta inventada, un chorizo, una carta, o cualquier cosa que no sea una papeleta de voto (meter 2 veces la papeleta del mismo partido no cuenta como voto nulo, simplemente cuenta como un voto, pero es válido), esto hace que el voto no sea válido y no compute. A efectos legales no haces nada, el político no va a saber cuán ingeniosa es la papeleta falsa que has metido ni va a ver el chorizo, ni se va enfadar, al contrario, te va a agradecer esto, porque cuanta menos gente vote o vote nulo, menos votos necesita el PP/PSOE para conseguir un diputado.
       La única parte buena es que esto afecta por igual también a los partidos pequeños, es decir, cuanta menos gente vote o vote nulo, menos votos serán necesarios para conseguir un escaño, sin embargo, ¿daño? no produce perjuicio alguno para los políticos de los partidos grandes dado que ellos SÍ tienen asegurado el voto de sus fieles, sin embargo, sí molestas a los pobres ciudadanos que han sido elegidos para estar varias horas en la mesa contando los votos y que no tienen culpa de nada. 
       La alta abstención y voto nulo es lo que ha provocado que los grandes partidos consigan mayorías absolutas con gran facilidad (PP a nivel estatal en 2011, PP en Galicia en 2012) al ser más barato el voto. Por tanto, si votas nulo, fastidias a un ciudadano que ha sido elegido por sorteo a estar en la mesa de voto, y facilitas las mayorías absolutas a los partidos de SIEMPRE.

Voto en blanco

        El voto en blanco consiste en meter el sobre vacío en la urna, o meterlo con un papel en blanco.

       Pensar que el voto en blanco hace daño a los partidos del Sistema no sólo es falso, sino que el voto en blanco es peor que votar a uno de los partidos del Sistema ¿por qué? porque el voto en blanco beneficia a TODOS los partidos del Sistema y hace daño a los partidos pequeños impidiendo que puedan conseguir representación.
       En España hay una barrera de votos, la cual hay que superar para tener derecho al reparto de representantes, si no superas esa barrera, por muchos votos que tengas no tendrás derecho a representante, pues bien, el voto en blanco se tiene en cuenta para calcular esa barrera, cuando mayor sea el voto en blanco, más alta será la barrera, lo que en la práctica se traduce en que sólo esos partidos que tan mal te caen y no te representan serán los únicos con DERECHO a tener representante y los partidos pequeños no tendrán posibilidad de conseguir su primer diputado y empezar a abrir una brecha en el Sistema.
¿Te das cuenta de lo peligroso que es votar en blanco? ¡beneficias justo a los que quieres perjudicar!

Conclusión

        Sólo hay una forma de hacer daño a los políticos del Sistema, y además lograr con ello un cambio real, y es votar a los partidos extraparlamentarios, esos partidos que se mal llaman "pequeños", pequeños porque ellos no reciben las millonarias subvenciones de los partidos grandes que les ayudan a sobrevivir, ni salen a cada rato en la tan manipulada TV y prensa.
       Cada voto que des a un partido "pequeño" será un pequeño paso, y cada diputado que logren sacar será un diputado que los de siempre NO tendrán, serán subvenciones públicas que no recibirán, será menos derecho a espacio gratuito en los medios de comunicación, y además, lograrás que una nueva voz entre a representar a ciudadanos que antes no tenían voz, y que podrá demostrar si es o no como los que tanto criticas.

       Y recuerda, tu voto al contrario de lo que te dicen, vale mucho, pues en pequeños municipios de 4 o 5 mil habitantes se ha decidido quien gobernará gracias a tan solo 4 o 5 votos, incluso hay casos de 1 voto de diferencia. Y a nivel más grande, piensa que hay miles de ciudadanos que piensan como tú, y si tú te decides a dar el paso ellos también lo harán, y esos pocos miles de votos pueden empezar a marcar la diferencia.
Vota, y hazlo con cabeza.