jueves, 20 de diciembre de 2012

Tendréis que acostumbraros


Cruda realidad

Artículo de Salvador Sostres
El Mundo (18/12/12)

Los médicos de Madrid tienen que entender cuanto antes que no se trata de ellos ni de un capricho del PP, sino de que el sistema socialdemócrata ha tocado a su fin porque nació ya defectuoso y era sólo cuestión de tiempo que se colapsara. No es que haya llegado la derecha. Es que se ha acabado el dinero. Ese dinero de los demás que siempre se acaba aunque al principio el botín pareciera inagotable.
Que el servicio sea universal no significa que los hospitales tengan que ser públicos ni los médicos, funcionarios. Los hospitales tienen que ser privados y competir entre ellos. Los médicos tienen que ser profesionales lo más competentes y competitivos posibles y acostumbrarse a cobrar según su rendimiento y calidad.
Cualquier padre responsable, por rico que sea, por haciendas que posea, intenta educar a sus hijos en el esfuerzo y en el sacrificio, enseñándoles a respetar el valor de cada cosa, y dotándoles de la arquitectura moral y científica necesaria para que, con el tiempo, puedan defenderse en cualquier escenario y sepan por su cuenta ganarse la vida. Ningún padre en su sano juicio educa a sus hijos en el tú no te preocupes de nada que yo voy a pagártelo todo eternamente, porque sabe que puede llegar un día en que tal promesa no sea cierta.
Lo que ni un padre millonario le promete a su hijo, un Estado en bancarrota no puede prometerlo ni a sus maestros, ni a sus médicos, ni a sus enfermos, ni a sus alumnos, ni a nadie. No podemos continuar hablando de lo público como si no nos hubiéramos dado cuenta de que las arcas están vacías.
Los médicos de Madrid pueden quejarse tanto como quieran, pero la verdad no va a moverse: el dinero se ha acabado, ya no es posible mantenerles como funcionarios, y tendrán que empezar a competir como personas adultas y libres que se ganan la vida según la calidad de su trabajo.
El Estado pagará el médico de quien realmente -realmente- no pueda pagarlo mediante un sistema de concertación mucho más razonable que el gratis total e indiscriminado. Todo ha de ser proporcional, estricto y ordenado: y uno que cobra 1.200 euros al mes puede pagarse una mutua de 90 euros mensuales y, por lo tanto, tendrá que pagársela.
Hay que volver al rigor. Paciente a paciente y caso por caso. Tratando con un respeto escrupuloso el dinero de los demás y exigiendo a cada cual su parte de responsabilidad, que es el único modo que tenemos de poder ayudar a los verdaderamente necesitados sin dejar tirado a nadie. Los derechos humanos son, en teoría, universales; pero luego, en la práctica, cada país tiene los derechos que puede pagarse. En España tenemos lo que tenemos y decirles cualquier otra cosa a los españoles es engañarles. Hay que dejar de quejarse y sentar las bases de un nuevo contrato entre el Estado y el ciudadano, que devuelva al individuo el protagonismo y el control de su vida.
Y si tan altruistas son los médicos madrileños, y tan preocupados están por la calidad de la Sanidad, que empiecen por asumir que la era de sus privilegios ha terminado, que se acostumbren a vivir de su talento y no del Estado, y si todavía les quedan fuerzas para más paternalismo y más carraca, que hagan horas extra en su consulta privada para atender gratis a los pacientes más necesitados, y que sean por fin auténticamente solidarios pagándolo de sus bolsillos, y no del nuestro, como hasta ahora ha pasado.

sábado, 1 de diciembre de 2012

LA MARAÑA

Mi amigo, Su Eminencia, El Cardenal, me pasa la siguiente nota, que no tiene ningún desperdicio:

Mi entrañable amigo; como sabes EL CARDENAL siempre anda metiendo el dedo en el ojo de los malos. Por ello ha investigado una trama que continúa engañando a los hipotecados con problemas, por ser de interes te lo adjunto y tu, que sabes de estas maquinas infernales le das todo el bombo que se merece por LADRONES y por estar en connivencia con la clase política en general = TODOS.

LA MARAÑA QUE PRETENDE DESAHUCIAR

Esta es la red formada por el Banco Santander para evadir responsabilidades y no perder las cantidades de las hipotecas concedidas con una dudosa legalidad o mediante presuntas Estafas por medio de testaferros.

El grupo SANTANDER subasta, Ejecuta y/o se adjudica el inmueble.

Luego le vende la casa y la deuda restante a PROPIEDADES RESIDENCIALES S.L.

¿Quién es el socio único de PROPIEDADES RESIDENCIALES?: LSF7 SILVERSTONE S.A.R.L.

¿Dónde tiene el domicilio fiscal el socio de PROPIEDADES RESIDENCIALES?: en el paraíso fiscal de Luxemburgo.

¿Quién es el administrador único de PROPIEDADES RESIDENCIALES?: AUXADI SERVICIOS DE MEDIACIÓN, S.L.

¿Quién es el apoderado de AUXADI?: Víctor Marcelino Salamanca Carrasco.

¿Quién representa?: María Lorena Salamanca Cuevas.

¿Quién es el presidente del SANTANDER?: Emilio Botín.

jueves, 29 de noviembre de 2012

10 Estrategias de Manipulación Mediática de Noam Chomsky


NOAM CHOMSKY. Este "pájaro " me costó dos años repetir la asignatura de lingüística. Hoy dia soy un gran seguidor suyo. Cosas de la vida.





Elaboró esta lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios




1. La estrategia de la distracción 
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética.
Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto 'Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.


3. La estrategia de la gradualidad
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La estrategia de diferir
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.


5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.


6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…


7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad
Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…


9. Reforzar la autoculpabilidad
Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Para andar por la vida



Los 83 mandamientos de Alejandro Jodorowsky


1.- Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal, considéralo tu maestro. 
2.- No mires con disimulo, mira fijamente. 
3.- No olvides a tus muertos, pero dales un sitio limitado, que les impida invadir toda tu vida. 
4.- En el lugar donde habites, consagra siempre un sitio a lo sagrado. 
5.- Fija tu atención en ti mismo, se consciente en cada instante de lo que piensas, sientes, deseas y haces. 
6.- Termina siempre lo que comenzaste. 
7.- Haz lo que estás haciendo lo mejor posible. 
8.- No te encadenes a nada que a la larga te destruya. 
9.- Desarrolla tu generosidad sin testigos. 
10.- Trata a cada persona como si fuera un pariente cercano. 
11.- Ordena lo que has desordenado. 
12.- Aprende a recibir, agradece cada don. 
13.- Cesa de autodefinirte. 
14.- No mientas ni robes, si lo haces te mientes y robas a ti mismo. 
15.- No desees ser imitado. 
16.- Haz planes de trabajo y cúmplelos. 
17.- No ocupes demasiado espacio.- 
18.- No hagas ruidos ni gestos innecesarios. 
19.- Si no la tienes imita la fe. 
20.- No te dejes impresionar por personalidades fuertes. 
21.- No te apropies de nada ni de nadie. 
22.- Reparte equitativamente. 
23.- No seduzcas. 
24.- Come y duerme lo estrictamente necesario. 
25.- No hables de tus problemas personales. 
26.- No emitas juicios ni criticas cuando desconozcas la mayor parte de los hechos. 
27.- No establezcas amistades inútiles. 
28.- No sigas modas. 
29.- No te vendas. 
30.- Respeta los contratos que has firmado. 
31.- Sé puntual. 
32.- No envidies los bienes o los éxitos del prójimo. 
33.- Habla sólo lo necesario. 
34.- No pienses en los beneficios que te va a procurar tu obra. 
35.- Nunca amenaces. 
36.- Realiza tus promesas. 
37.- En una discusión ponte en el lugar del otro. 
38.- Admite que alguien te supere. 
39.- No elimines, sino transforma. 
40.- Vence tus miedos, cada uno de ellos es un deseo que se camufla. 
41.- Ayuda al otro a ayudarse a sí mismo. 
42.- Vence tus antipatías y acércate a las personas que deseas rechazar. 
43.- No actúes por reacción a lo que digan bueno o malo de ti. 
44.- Transforma tu orgullo en dignidad. 
45.- Transforma tu cólera en creatividad. 
46.- Transforma tu avaricia en respeto por la belleza. 
47.- Transforma tu envidia en admiración por los valores del otro. 
48.- Transforma tu odio en caridad. 
49.- No te alabes ni te insultes. 
50.- Trata lo que no te pertenece como si te perteneciera. 
51.- No te quejes. 
52.- Desarrolla tu imaginación. 
53.- No des órdenes solo por el placer de ser obedecido. 
54.- Paga los servicios que te dan. 
55.- No hagas propaganda de tus obras o ideas. 
56.- No trates de despertar en los otros emociones hacia ti como piedad, admiración, simpatía, complicidad. 
57.- No trates de distinguirte por tu apariencia. 
58.- Nunca contradigas, solo calla. 
59.- No contraigas deudas, adquiere y paga enseguida. 
60.- Si ofendes a alguien, pídele perdón. 
61.- Si lo has ofendido públicamente, excúsate en público. 
62.- Si te das cuenta de que has dicho algo erróneo, no insistas por orgullo en ese error y desiste de inmediato de tus propósitos. 
63.- No defiendas tus ideas antiguas sólo por el hecho de que fuiste tú quien las enunció. 
64.- No conserves objetos inútiles. 
65.- No te adornes con ideas ajenas. 
66.- No te fotografíes junto a personajes famosos. 
67.- No rindas cuentas a nadie, sé tu propio juez. 
68.- Nunca te definas por lo que posees. 
69.- Nunca hables de ti sin concederte la posibilidad de cambiar. 
70.- Acepta que nada es tuyo. 
71.- Cuando te pregunten tu opinión sobre algo o alguien, di solo sus cualidades. 
72.- 76.- Cuando realices un servicio, no resaltes tus esfuerzos. 
73.- Si decides trabajar para los otros, hazlo con placer. 
74.- Si dudas entre hacer y no hacer, arriésgate y haz. 
75.- No trates de ser todo para tu pareja, admite que busque en otros, lo que tú no puedes darle. 
76.- Cuando alguien tenga su público no acudas para contradecirlo y robarle la audiencia. 
77.- Vive de un dinero ganado por ti mismo. 
78.- No te jactes de aventuras amorosas. 
79.- No te vanaglories de tus debilidades. 
80.- Nunca visites a alguien sólo por llenar tu tiempo. 
81- Obtén para repartir. 
82.- Ayuda a tu prójimo sin hacerlo dependiente. 
83.- Si estas meditando y llega un diablo, pon ese diablo a meditar…

domingo, 26 de agosto de 2012

De obligada lectura para todo funcinario

No tiene desperdicio

FRANCISCO J. BASTIDA.
CATEDRÁTICO DE DERECHO CONSTITUCIONAL

Con el funcionariado está sucediendo lo mismo que con la crisis económica. Las víctimas son presentadas como culpables y los auténticos culpables se valen de su poder para desviar responsabilidades, metiéndoles mano al bolsillo y al horario laboral de quienes inútilmente proclaman su inocencia. Aquí, con el agravante de que al ser unas víctimas selectivas, personas que trabajan para la Administración pública, el resto de la sociedad también las pone en el punto de mira, como parte de la deuda que se le ha venido encima y no como una parte más de quienes sufren la crisis. La bajada salarial y el incremento de jornada de los funcionarios se aplauden de manera inmisericorde, con la satisfecha sonrisa de los gobernantes por ver ratificada su decisión.                                    

Detrás de todo ello hay una ignorancia supina del origen del funcionariado. Se envidia de su status -y por eso se critica- la estabilidad que ofrece en el empleo, lo cual en tiempos de paro y de precariedad laboral es comprensible; pero esta permanencia tiene su razón de ser en la garantía de independencia de la Administración respecto de quien gobierne en cada momento; una garantía que es clave en el Estado de derecho. En coherencia, se establece constitucionalmente la igualdad de acceso a la función pública, conforme al mérito y a la capacidad de los concursantes. La expresión de ganar una plaza «en propiedad» responde a la idea de que al funcionario no se le puede «expropiar» o privar de su empleo público, sino en los casos legalmente previstos y nunca por capricho del político de turno. Cierto que no pocos funcionarios consideran esa «propiedad» en términos patrimoniales y no funcionales y se apoyan en ella para un escaso rendimiento laboral, a veces con el beneplácito sindical; pero esto es corregible mediante la inspección, sin tener que alterar aquella garantía del Estado de derecho.

Los que más contribuyen al desprecio de la profesionalidad del funcionariado son los políticos cuando acceden al poder. Están tan acostumbrados a medrar en el partido a base de lealtades y sumisiones personales, que cuando llegan a gobernar no se fían de los funcionarios que se encuentran. Con frecuencia los ven como un obstáculo a sus decisiones, como burócratas que ponen objeciones y controles legales a quienes piensan que no deberían tener límites por ser representantes de la soberanía popular. En caso de conflicto, la lealtad del funcionario a la ley y a su función pública llega a interpretarse por el gobernante como una deslealtad personal hacia él e incluso como una oculta estrategia al servicio de la oposición. Para evitar tal escollo han surgido, cada vez en mayor número, los cargos de confianza al margen de la Administración y de sus tablas salariales; también se ha provocado una hipertrofia de cargos de libre designación entre funcionarios, lo que ha suscitado entre éstos un interés en alinearse políticamente para acceder a puestos relevantes, que luego tendrán como premio una consolidación del complemento salarial de alto cargo. El deseo de crear un funcionariado afín ha conducido a la intromisión directa o indirecta de los gobernantes en procesos de selección de funcionarios, influyendo en la convocatoria de plazas, la definición de sus perfiles y temarios e incluso en la composición de los tribunales. Este modo clientelar de entender la Administración, en sí mismo una corrupción, tiene mucho que ver con la corrupción económico-política conocida y con el fallo en los controles para atajarla.

Estos gobernantes de todos los colores políticos, pero sobre todo los que se tildan de liberales, son los que, tras la perversión causada por ellos mismos en la función pública, arremeten contra la tropa funcionarial, sea personal sanitario, docente o puramente administrativo. Si la crisis es general, no es comprensible que se rebaje el sueldo sólo a los funcionarios y, si lo que se quiere es gravar a los que tienen un empleo, debería ser una medida general para todos los que perciben rentas por el trabajo sean de fuente pública o privada. Con todo, lo más sangrante no es el recorte económico en el salario del funcionario, sino el insulto personal a su dignidad. Pretender que trabaje media hora más al día no resuelve ningún problema básico ni ahorra puestos de trabajo, pero sirve para señalarle como persona poco productiva. Reducir los llamados «moscosos» o días de libre disposición -que nacieron en parte como un complemento salarial en especie ante la pérdida de poder adquisitivo- no alivia en nada a la Administración, ya que jamás se ha contratado a una persona para sustituir a quien disfruta de esos días, pues se reparte el trabajo entre los compañeros. La medida sólo sirve para crispar y desmotivar a un personal que, además de ver cómo se le rebaja su sueldo, tiene que soportar que los gobernantes lo estigmaticen como una carga para salir de la crisis. Pura demagogia para dividir a los paganos.

En contraste, los políticos en el poder no renuncian a sus asesores ni a ninguno de sus generosos y múltiples emolumentos y prebendas, que en la mayoría de los casos jamás tendrían ni en la Administración ni en la empresa privada si sólo se valorasen su mérito y capacidad. Y lo grave es que no hay propósito de enmienda. No se engañen, la crisis no ha corregido los malos hábitos; todo lo más, los ha frenado por falta de financiación o, simplemente, ha forzado a practicarlos de manera más discreta.

Francisco J. Bastida.
Catedrático de Derecho Constitucional.

Universidad de Oviedo.

sábado, 7 de julio de 2012

ETA - Para situarse



Artículo de Santi González en
El Mundo (20/06/2012)

L'air du temps

 En 1987, ETA cometió el atentado más sangriento de su historia. Pocos minutos después de las seis de la tarde hizo explosión un Ford Sierra en el supermercado de Hipercor de la avenida Meridiana de Barcelona. Era viernes y la gente se afanaba en las compras para el fin de semana.

El coche llevaba 27 kilos de amonal y 200 litros de líquido inflamable, así como pegamento y escamas de jabón. Esto hizo que las llamas se pegaran a la piel de las víctimas, además de originar gran cantidad de gases tóxicos, que ocasionaron la asfixia de las personas que se encontraban en su radio de acción. Era la primera vez que ETA aplicaba el napalm casero a sus atentados, lo que subraya su voluntad de aumentar la capacidad letal del coche bomba y descalifica la versión terrorista que se exculpaba tras el argumento de que habían anunciado la bomba y que la negligencia o una actitud perversa de las Fuerzas de Seguridad habían sido responsables de la matanza. Dos años más tarde Caride, Troitiño y Ernaga, junto al inductor, 'Santi Potros', eran condenados a miles de años de cárcel. Tras este atentado, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, acuñó una de sus vistosas locuciones: la ETA de los Troitiños, una ETA marxista, española y por ende más cruel que la de 'Txomin', un borono, un nacionalista ejemplar, un buen casero. Un cuarto de siglo después, un Troitiño de otra generación, el hijo, cumple condena de más de 300 años. Su apodo, 'Fredo', no permite hacerse muchas ilusiones sobre una mayor capacitación intelectual que la de su padre.

Era el aire del tiempo, al que algunos aplican ahora una memoria negacionista. Hoy Caride se entrevista con una de sus víctimas en alarde de obscenidad sentimental para consumo de los medios: lo siento mucho y tal. El hermano de Troitiño, Antonio, el del comando Madrid, protagonizó una fuga cantada gracias a los beneficios carcelarios. Lluís Mª Xirinacs, aquel tipo que se ganó una reputación de pacifista, dijo: «Si a veces [los etarras] hieren a algún inocente, no es su voluntad. La gente no sabe que, en el Hipercor de Barcelona, ellos avisaron, y fue la Policía o la casa de Hipercor los que callaron».

 Y el Gobierno, aquel Gobierno, puso en marcha las conversaciones de Argel, que comenzaron en enero de 1989. Dos meses después de Hipercor, en agosto, los policías Ballesteros y Martínez Torres viajaban a Argel para entrevistarse con 'Antxon', trasladado hasta allí desde Santo Domingo a tal efecto. En septiembre el Gobierno satisfizo las exigencias de ETA enviando a la capital argelina a un interlocutor político: el delegado del Gobierno en el País Vasco, Julen Elgorriaga.

Casi seis meses después de Hipercor, el 11 de diciembre, se produjo el atentado de la casa-cuartel de Zaragoza con 11 personas muertas, cinco de ellas niños. Dos meses más tarde, el 20 de febrero de 1988 se encontraban Elgorriaga y Etxebeste para seguir dialogando. El primero pidió una tregua indefinida, ETA se negó y cuatro días después secuestró a Emiliano Revilla.
Así fueron las cosas.

miércoles, 4 de enero de 2012

La parte contratante de la primera parte de la parte contratante

Hoy traigo un articulo de Fernando Savater escrito en el Pais el 03/00/2012
No es que sea, precisamente, un filósofo de mi devoci, porque su afán de acercarse a Nietzsche lo vulgariza.
Pero reconozco que esta vez a dado en el clavo.

La parte contratante de la primera parte

Nos asegura Nietzsche que la civilización se funda en la capacidad de prometer. Pero si hubiese tenido ocasión de escuchar los diversos modos en que prometieron acatamiento a la Constitución los electos en los pasados comicios generales de nuestro país, quizá le hubieran entrado algunas dudas sobre su rotundo principio. Hubo un recital de imaginativas restricciones y coletillas de variados acentos, desde el ya conocido "por imperativo legal" hasta "a pesar de mis convicciones republicanas" y cosas así. Por lo visto abundan los parlamentarios y senadores que consideran esa ocasión solemne pero ritual como algo semejante al momento de recibir el Oscar, en el que los galardonados tienen que expresar en pocas palabras sus convicciones pacifistas, su militancia ecológica o al menos su inmenso agradecimiento a la madre recientemente fallecida.

Nunca he comprendido del todo el argumento para aceptar el remiendo "por imperativo legal"
Admito que nunca he comprendido del todo la argumentación del Tribunal Constitucional para aceptar el remiendo "por imperativo legal" a la promesa del cargo. Primero, porque es una vaciedad: todos los que se someten a ese ritual lo hacen obviamente para cumplir un requisito legal y no movidos por una irrefrenable afición a jurar o prometer cosas. Pero es que además, según el dictamen del TC, esa reserva no altera el contenido afirmativo del pronunciamiento y en cambio es concorde con el pluralismo ideológico constitucionalmente reconocido, entendiendo la ley de leyes de modo integrador y no excluyente. Vamos a ver: si la Constitución consagra el pluralismo, ¿por qué nadie tiene que aceptarla expresando algún tipo de reservas? A los únicos que excluye la Constitución, claro, es a quienes la rechazan: a los que pretenden modificarla los integra sin remilgos, porque incluye mecanismos constitucionales para ello. Si el añadido de marras en nada modifica la respuesta afirmativa, ¿a qué viene? ¿No es algo así como cruzar los dedos con la mano en la espalda mientras aseguramos al jefe que estábamos con gripe y no en el puticlub?

El TC considera, por lo demás, que el juramento o la promesa son supervivencias de épocas en que ciertas fórmulas verbales creaban deberes jurídicos y compromisos sobrenaturales. Estos últimos, desde luego, para nada interesan a un Estado laico y por tanto la Biblia y el crucifijo son arcaísmos difíciles de justificar (¿qué parafernalias religiosas deberíamos ir preparando para cuando tengamos ministros musulmanes o budistas?). Pero en cambio permanecen vigentes abundantes deberes jurídicos que brotan de manifestaciones orales o escritas, a veces la simple firma al pie de un documento (la máxima condensación del formulismo verbal). Son expresiones performativas, o sea que no solo "dicen" sino que "operan" ciertos efectos legales. Por medio de ellas contraemos matrimonio, asumimos contratos, hacemos compras y ventas, etc...: es decir, son fundamento de obligaciones propias que asumimos o ajenas que nos consideramos facultados para exigir.
¿Habrá que suprimirlas todas como residuos del pasado y abolir la promesa, aunque le duela a Nietzsche? Porque no parece decente que los mismos que cumplen escrupulosamente las formalidades cuando compran un piso y exigen que el árbitro determine la posición de los equipos en el campo lanzando una moneda al aire y no según el vuelo de las aves solo se opongan a los convencionalismos a la hora solemne de representar a los ciudadanos. Como siempre nuestros bravucones y matamoros guardan sus desplantes para quienes menos se quejan y mejor les recompensan: las instituciones de España. ¿No será mejor generalizar el uso de apostillas aclaratorias según prefiera la parte contratante o contratada? Podría ser una solución y hasta permitiría expansiones poéticas: "aunque la tierra es del viento, pagaré este arrendamiento", "vendré todas las mañanas, aunque nunca tenga ganas"... Y la más decisiva y frágil: "Sé que todo es pasajero, pero juro que te quiero".