miércoles, 11 de febrero de 2015

Góngora, Jardiel Poncela, Hermann Hesse, Petrarca y Dante. Qué demasiao!

       
Todo se vende este día,
todo el dinero lo iguala,
la corte vende su gala,
la guerra su valentía;
hasta la sabiduría
vende la Universidad,
      ¡verdad!

Góngora es mi poeta favorito. No creas que toda su poesía está tan desfasada como esta letrilla. Por supuesto que ya nadie piensa que el dinero juegue papel alguno en la política, como cuando Madrid y Valladolid se disputaban la corte, ni mucho menos que el dinero pueda influir en las guerras, ni ... (dejémoslo). Si quieres una muestra más realista de la poesía de don Luis, entra aquí.

Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de erutar delante de nadie.
    - Eso de erutar no entiendo - dijo Sancho.
    Y don Quijote le dijo:
    - Erutar, Sancho, quiere decir regoldar, y éste es uno de los más torpes vocablos que tiene la lengua castellana, aunque es muy significativo; y así, la gente curiosa se ha acogido al latín, y al regoldar dice erutar, y alos regüeldos, erutaciones; y cuando algunos no entienden estos términos, importa poco, que el uso los irá introduciendo con el tiempo, que con facilidad se entiendan, y esto es enriquecer la lengua, sobre quien tiene poder el vulgo y el uso.

Notas: Torpe = fea, Curiosa = cuidadosa.
¡Qué bien le haría a nuestro idioma el espíritu de don Quijote!, especialmente en lo tocante al vocabulario científico.

El teatro es un gran medio para educar al público; pero el que hace un teatro educativo se encuentra siempre sin público al que poder educar.
Enrique Jardiel Poncela
Probablemente hoy lo hubiera aplicado a la televisión. Hace un tiempo di un curso de LaTeX y preparé como ejercicios un par de textos de Jardiel. Como son interesantes, aquí van: se trata de un programa de fiestas y de un cuento escrito sin usar la letra e. Si no has leído nada suyo, te recomiendo El libro del convaleciente, una recopilación de artículos y trabajos cortos. Sus obras de teatro no se representan con frecuencia, pero alguna he llegado a ver, y todas merecen la pena.

... el hecho, por consiguiente, de que dos personas intercambien ideas entre sí y no olviden ni por un momento la fragilidad de sus herramientas, la ambigüedad de todas las palabras, la imposibilidad de una expresión verdaderamente exacta, y también, en consecuencia, la necesidad de una entrega intensiva, de una sinceridad mutua y una caballerosidad intelectual, esta situación hermosa, que debería ser natural entre dos seres capaces de pensar, se produce tan raramente que saludamos con ardor cualquier aproximación, cualquier realización aunque sea parcial.
Hermann Hesse
Este hermoso párrafo pertenece a "En el balneario" un trabajo corto muy interesante, pues en él Hesse habla de sí mismo, y permite compararlo con la parte que de él tienen todos sus personajes de ficción. Todas las novelas que he leído de Hesse me han gustado, pero recomiendo especialmente Demian y Shiddharta (aunque mi favorita es El juego de los abalorios). El otro día leí un cuento suyo que me gustó mucho. me pregunto si alguien agradecerá la hora y pico que me costó teclearlo (el escáner habría destrozado el libro), pero aquí lo tienes. Tengo algunos comentarios sobre el contenido de este cuento.

POBRE Y DESNUDA VAS, FILOSOFÍA



PETRARCA
La gola e'l somno et l'otïose piume
ànno del mondo ogni vertù sbandita,
ond'è dal corso suo quasi smarrita
nostra natura, vinta dal costume;
et è sì spento ogni benigno lume
del ciel, per cui s'informa humana vita,
che per cosa mirabile s'addita
chi vòl far d'Elicona nascer fiume.
Qual vaghezza di lauro? qual di mirto?
"Povera et nuda vai, philosophia",
dice la turba al vil guadagno intesa.
Pochi compagni avrai per l'altra via;
tanto ti prego più, gentile spirto,
non lasar la magnanima tua impresa.
La gula, el sueño y las ociosas plumas
han del mundo toda virtud ahuyentado, 
por ello está de su cauce casi extraviada 
nuestra naturaleza, vencidad por la costumbre; 
y está tan apagada toda benigna luz 
del cielo, por la que se configura la vida humana, 
que como algo admirable se señala 
a quien quiere hacer que del Helicón nazca un río.
¿Quién anhela el laurel?, ¿quién el mirto? 
"Pobre y desnuda vas, filosofía", 
dice la turba, interesada sólo en el vil lucro. 
Pocos compañeros tendrás por el otro camino; 
tanto más, te ruego, espíritu gentil, 
que no abandones tu magnánima empresa.

Notas: El Helicón es el monte de Apolo, del que nacen dos ríos que transmiten la poesía. El laurel es símbolo de la gloria, el mirto de la lírica amorosa.
Me gusta la poesía medieval italiana. La verdad es que prefiero la barroca castellana, pero aquélla tiene su encanto. Este soneto es especialmente famoso por su décimo verso, pero todo él da que pensar, sobre todo teniendo en cuenta los siglos que hace que fue escrito.

Hablando de filosofía

... Si se admite que dos fenómenos estén completamente aislados, es decir, que ninguno pueda influir sobre el otro ni reciba recíprocamente su influencia, digo entonces que su simultaneidad no puede ser objeto de ninguna percepción posible y no tiene ningún significado empírico. En efecto, si se imaginara que están separados por un espacio y un tiempo tan grandes que ninguna acción de uno pudiera llegar hasta el otro, podríamos percibir primero uno y luego el otro, pero no podríamos distinguir si el segundo fenómeno es posterior al primero objetivamente o si le es simultáneo.


Este párrafo bien podría pasar por un escrito temprano de Albert Einstein, de cuando empezaba a comprender el carácter relativo de la simultaneidad. En realidad es una adaptación libre (mía) de un autor más antiguo. Si quieres ver el original, entra aquí.

Humano capiti ceruicem pictor equinam
iungere si uelit et uarias inducere plumas
undique collatis membris, ut turpiter atrum
desinat in piscem mulier formosa superne,
spectatum admisi, risum teneatis, amici?
Si a una cabeza humana un pintor quisiera
añadir un cuello de caballo, y ponerle varias plumas
con patas pegadas por doquier, de modo que termine
feamente en oscuro pez lo que arriba era una mujer hermosa,
llevados a ver esto, ¿contendríais la risa, amigos?
Así empieza el Ars poetica, de Horacio. Es un pasaje al que se alude con (relativa) frecuencia. Por ejemplo, desinet in piscem se usa para indicar que algo empieza bien y acaba defraudando (es una alusión a las sirenas). Cuando se puso la primera piedra al observatorio de Greenwich, el Primer Astrónomo Real, John Flamsteed, elaboró un horóscopo del edificio, y en el centro anotó: Risum teneatis, amici.



DANTE
Tanto gentile e tanto onesta pare
la donna mia quand'ella altrui saluta,
ch'ogne lingua deven tremando muta,
e li occhi no l'ardiscon di guardare.
Ella si va, sentendosi laudare,
benignamente d'umiltà vestuta;
e par che sia una cosa venuta
da cielo in terra a miracol mostrare.
Mostrasi sì piacente a chi la mira,
che da per li occhi una dolcezza al core,
che'ntender non la può chi non la prova;
e par que de la sua labbia si mova
un spirito soave, pien d'amore,
che va dicendo a l'anima: Sospira.
Tan gentil y tan honesta parece 
mi señora cuando saluda a alguien, 
que toda lengua se queda muda, temblando, 
y los ojos no se atreven a mirarla. 
Ella pasa, oyéndose alabar, 
benignamente revestida de humildad; 
y parece que sea algo venido 
del cielo para mostrar un milagro. 
Resulta tan grata a quien la admira, 
que da por los ojos una dulzura al corazón 
no lo puede entender quien no la prueba; 
y parece que de sus labios surja 
un soplo suave, lleno de amor, 
que va diciendo al alma: Suspira.


En la abadía benedictina de Beuron, en la Alta Baviera, se encontraron unos manuscritos con poemas compuestos en los siglos XII y XIII por  juglares y trovadores. A estas canciones de Beuron les puso música Carl Orf y últimamente es frecuente oírlas en anuncios, películas y reportajes de televisión, pero son  conocidas con su nombre en latín: carmina burana. El latín no tiene acento gráfico, por lo que mucha gente, creyendo tal vez que Carmina Burana es el nombre de alguna heroína, lee así "Carmina", cuando carmina es el plural de carmen (canción) y mantiene el acento en la misma sílaba que el singular: cármina. Los temas de las canciones son muy variados, las hay líricas, dramáticas, cómicas  y algunas canciones de borrachos. He aquí una de mis favoritas, especialmente por su última estrofa. La traducción es mía, así que es discutible (pero es que la única que yo he visto me parecía más discutible aún).

Omnia Sol temperat
purus et subtilis,
nouo mundo reserat
facies Aprilis.
Ad amorem properat
animus erilis,
et iucundis imperat
deus puerilis.
El Sol lo templa todo,
puro y sutil.
El rostro de abril
se abre a un mundo nuevo.
Al amor se lanza
el ánimo del hombre,
y sobre todo lo placentero
reina el dios niño (Cupido).
Ama me fideliter,
fidem meam nota,
de corde totaliter
et ex mente tota.
Sum praesentialiter
absens in remota,
quisquis amat taliter
uoluitur in rota.
Ámame fielmente,
nota cuán fiel yo te soy,
de todo corazón
y con toda el alma.
Estoy junto a ti
por muy lejos que me halle.
Quien ama así
cambia de fortuna.
Rerum tanta nouitas
in solemni uere
et ueris auctoritas
iubet nos gaudere:
uias praebet solitas,
et in tuo uere,
fides est et probitas
tuum retinere.
Tanta novedad de cosas
en la solemne (= que se da una sola vez al año) primavera
y la fuerza de la primavera
nos exigen gozar:
nos proporciona las vías de siempre,
y, en tu primavera,
es signo de fidelidad y probidad
conservar tu castidad.


                                                   Fuente: Prof. Carlos Ivorra

Otra Tontuna lingüística de los políticos

Esta vez, muy bien referida por el Profesor Carlos Ivorra
Y yo que me meo toa...

CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Cierta vez probaron dos máquinas traductoras inglés-ruso y ruso-inglés con una traducción doble: Le pusieron a la primera la frase:

El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
Al traducirla al ruso y luego del ruso al inglés el resultado fue:
El vodka es bueno, pero la carne está estropeada.
Esta anécdota ilustra una característica fundamental de las lenguas naturales: no son algo mecánico que pueda manejar eficientemente una máquina o, dicho de otro modo, para entender cualquier frase cotidiana, un hablante necesita usar su inteligencia en un grado muy superior al que hoy por hoy puede exhibir un ordenador.
Ésta es la razón por la que muchos chistes se basan en lo ridículo que resulta que alguien interprete literalmente, maquinalmente una frase, como el del matrimonio que discutía hasta que, en un ataque de rabia, le mujer le dijo a su marido:
- ¡Pues que sepas que nuestro hijo no es en realidad hijo tuyo!
- ¡Ni tuyo tampoco!
- ¿Cómo no va a ser mi hijo hijo mío? ¿tú eres idiota?
- ¿Recuerdas cuando, estando en el hospital, me dijiste, "ve y cambia al niño"?, ¡Pues lo cambié!

Sólo un personaje caricaturesco como este marido de chiste (o una máquina) podría entender "cambia al niño" en sentido literal. Todo hablante normal tiene la inteligencia y la cultura suficiente para detectar la sinécdoque por la que "el niño" quiere decir "los pañales del niño", aunque esto no venga en la definición de "niño" de ningún diccionario.
En la genial serie "El superagente 86" aparecía un robot con aspecto humano, pero su naturaleza mecánica se revelaba precisamente por su ineptitud con el lenguaje: todo lo entendía literalmente, si oía "aquí hay gato encerrado" se ponía a buscar el gato por todas partes. La literalidad en el lenguaje ha sido un recurso usado en muchas ocasiones por guionistas de comedia para ridiculizar robots, extraterrestres, o incluso extranjeros.
Pero lo ridículo se vuelve patético cuando sale de los chistes y las películas y entra en la realidad: entonces no da ganas de reír porque da ganas de llorar. Me refiero a lo que sucede cuando le preguntas inocentemente a alguien "¿tienes hijos?" y te encuentras con respuestas cómicas como "no, sólo dos hijas", o "sí, y además dos hijas".
No son casos aislados. Acabo de recibir un panfleto publicado por la Universidad de Valencia (o Universitat de València para los que en vez de me voy a Alemania dicen "me voy a Deutschland"), en el que se recomienda a su personal "usar un lenguaje igualitario" (supongo que "igualitario" querrá decir llano, sin matices, para tontos de chiste sin la inteligencia y la cultura necesarias para entender el lenguaje normal). Así, los nuevos Nebrijas recomiendan sustituir el buen castellano de
Los alumnos que quieran ver su examen deberán anotarse en una lista a tal efecto.
por chistes como
Los alumnos y las alumnas que... o Los/as alumnos/as que... o (éste es el mejor de todos) L@s alumn@s que...
Si fueran chistes y no realidades, la gracia estaría clara: los que hablan y escriben así confunden dos palabras tan diferentes como sexo y género. Si fuera un mero problema de incultura el remedio sería sencillo: bastaría un par de consultas al diccionario (concretamente, he consultado la Enciclopedia Larousse):

Sexo: Carácter físico permanente del individuo humano, vegetal o animal que permite distinguir en cada especie individuos machos de individuos hembras.
Género: Categoría gramatical basada en la distribución de los nombres en dos o tres clases (masculino, femenino, neutro) de acuerdo a un cierto número de propiedades formales (género gramatical), a las cuales se asocian a menudo criterios semánticos derivados de la representación de los objetos del mundo (género natural).

No se parecen mucho. Pese a ello, cada vez hay más gente en cuyos diccionarios - al parecer - no vienen estas palabras y usan una por otra. Por ejemplo, cuando una persona agrede a otra de sexo opuesto, hay quien habla de violencia de género, cuando obviamente se trata de violencia de sexo. Quizá más de uno al ver el título de este artículo ha pensado que iba a tratar sobre violencia de sexo, pero no, trata sobre la violencia de género, esto es, de la cada vez más frecuente violación del concepto de género, brutalmente identificado con el de sexo.

Por increíble que pueda parecer, cada vez hay más hablantes convencidos de que masculino es sinónimo de macho y femenino es sinónimo de hembra. Ningún hablante puede llegar a estas identificaciones sin renegar de la inteligencia que la naturaleza le ha dado. Por ejemplo, nadie fuera de un chiste puede leer que  Juan  es una persona muy simpática y deducir que Juan es una hembra (porque simpática es una palabra femenina), o leer que María es un ser imprevisible y concluir que María es un macho. Volvamos al diccionario:
Masculino: 1) Propio del varón. 2) Dícese del género gramatical que se opone al femenino en una clasificación de dos géneros, o al femenino o al neutro en una clasificación de tres géneros. (El masculino representa a menudo el término "macho" en el género natural que se basa en la oposición de sexos: se le llama entonces no marcado con relación al femenino.)
Es fácil comprender qué dificultades podría tener un robot o un extraterrestre a la hora de comprender cabalmente esta definición. Por lo pronto, "masculino" es una palabra polisémica: a veces es sinónima de varón (o macho), pero también puede usarse como un concepto gramatical, que es otra cosa. Para más inri, "masculino" en su sentido gramatical representa a veces el concepto de "macho", pero a veces no. Y ése es el problema: una máquina puede entender fácilmente la noción de "siempre", pero lo de "a veces", hoy por hoy, requiere ineludiblemente el ejercicio de la inteligencia. Por ejemplo, una máquina entiende sin dificultad una orden como "siempre que veas "huebo" cámbialo por "huevo", y con una lista de órdenes como ésta tenemos un corrector de ortografía que hasta puede funcionar competentemente en un programa de Microsoft. En cambio, digerir que "el niño" a veces significa "el niño" y a veces "los pañales del niño", o que "masculino" a veces sea "macho" y a veces no, eso ya es más complicado.

Pero hablamos de máquinas; para un ser humano normal no debería ser complicado. La propia definición lo explica (aunque un tanto crípticamente, la verdad sea dicha). Vamos a explicar eso de "género no marcado con relación al femenino". En el caso de palabras asociadas a seres con sexo, por ejemplo, "hijo", tenemos por una parte la oposición gramatical hijo/hija y por otra la oposición biológica macho/hembra, pero la relación entre ellas no es la obvia, que pondría la competencia lingüística al alcance de Microsoft. El género masculino hijo no se corresponde con el concepto de macho, sino que, tal y como indica el diccionario, es el género no marcado: no marca, no distingue al individuo como macho, sino que es aplicable indistintamente a machos y hembras, mientras que el género femenino hija sí que es un género marcado, que distingue como hembra al individuo al que se aplica.

Ante la pregunta ¿tienes hijos?, un castellanohablante no salido de un chiste entiende que hijos no marca al objeto de la pregunta, es decir, que el que formula la pregunta no está haciendo distinciones de sexo. Una respuesta no de chiste sería, por ejemplo, "Sí, tengo tres, dos hijos y una hija." Un extraterrestre que leyera esto protestaría: ¡Alto! dices que "hijos" incluye a ambos sexos, luego habría que decir "tengo tres hijos (dos machos y una hembra) y una hija."  pero es que el castellano no está pensado para extraterrestres: sucede que "hijo" significa estrictamente "macho" cuando aparece junto al femenino "hija" (disculpen los lectores terrícolas si les aburro con obviedades, pero piensen que para los extraterrestres esto es duro). Así, si por algún motivo sólo estoy interesado por los descendientes hembras de alguien, me bastará preguntar "¿tienes hijas?", mientras que si me interesan los descendientes machos no puedo preguntar "¿tienes hijos?", ya que, según hemos visto, esto significa otra cosa. La pregunta correcta es "¿tienes hijos varones?". Porque "varón" sí que es una palabra marcada estrictamente como masculina (en el sentido sexual, además de en el gramatical).
Técnicamente, nada impide preguntar "¿Tienes hijos o hijas?", pero con ello incurrimos en el vicio conocido como pleonasmo (que grosso modo quiere decir pedantería). Tal construcción puede ser aceptable en situaciones muy concretas con valor enfático, como cuando un jefe de pista de un circo dice "¡Señoras y señores, niños y niñas!", o, más simplemente, cuando alguen inicia un discurso con un educado "Señoras y señores". Pero la violencia de género que supone desdoblar mecánicamente cada sintagma en dos como si el masculino fuera sinónimo de macho, eso sólo puede entenderse como que el que habla está de broma, o es un pedante, o un ignorante, o un extraterrestre, o un traductor electrónico de Microsoft. No tiene más explicaciones posibles.
Y yo me pregunto: ¿por qué los defensores acérrimos de la violencia de género no propugnan con el mismo énfasis la violencia de número?
Porque igual que el masculino engloba al femenino, el plural engloba al singular, pero si las luces de alguien no le alcanzan para entender que no hace falta preguntar "¿tienes hijos o hijas?" para cubrir todas las posibilidades sobre el sexo, tampoco debería entender cómo es posible preguntar en plural cuando tal vez el interrogado sólo tenga un vástago. La pregunta "correcta" debería ser: "¿Tienes un hijo o una hija o algunos hijos o algunas hijas?"


Teniendo en cuenta estas sesudas consideraciones, el profesor que se dirige a los alumnos (o alumnas) interesados (o interesadas) en revisar sus exámenes estaría cometiendo una injusticia en el supuesto de que sólo hubiera un interesado (o interesada), pues una mujer cuya incultura le lleve a sentirse despreciada si la incluyen en un sintagma masculino también debería ofenderse si, siendo una, la incluyen en un plural (es una despersonalización intolerable). El profesor purista deberá decir:
El alumno, o la alumna o los alumnos o las alumnas interesado o interesada o interesados o interesadas en ver su examen o sus exámenes deberá o deberán anotarse en una lista a tal efecto.

Habrá que desterrar expresiones insufribles como llamar "un par de pantalones" a lo que es una única prenda de vestir, o hablar de "las aguas del Caribe", puesto que todo ordenador sabe que el agua no se puede contar, y, en suma, que singular significa uno y plural más de uno, sin término medio.
Y si propugnamos la violencia de género junto a la violencia de número, ¿por qué detenernos ahí y no perpetrar también la violencia de tiempo? Al fin y al cabo, todo necio sabe que el accidente gramatical "pasado" se aplica a lo sucedido antes de hoy, el "presente" a lo que pasa ahora y el "futuro" a lo que aún no ha pasado. Y frases como "me casaba el mes que viene, pero he cambiado de idea" son sólo viles tretas de las personas normales para colgar el software de Microsoft, porque ningún extraterrestre usaría un verbo en pasado con un complemento futuro como "el mes que viene".
¿No es discriminatorio y excluyente hablar en presente a unos estudiantes que tal vez no hayan decidido aún si quieren ver su examen? ¿Es que los indecisos no tienen los mismos derechos que los más resueltos? Un profesor educado no puede menos que tener esto en cuenta y negarse por principio a que un tiempo verbal incluya a otro, y en consecuencia debe (y debía, y deberá) redactar así:
El alumno o la alumna o los alumnos o las alumnas que haya estado, esté o vaya a estar o hayan estado o estén o vayan a estar interesado o interesada o interesados o interesadas en ver su examen o sus exámenes debe o deberá o deben o deberán anotarse en una lista a tal efecto.

Y en este proceso de convertir el castellano en una lengua exótica, es difícil no acariciar la idea de convertirse en adalid de la violencia de modo, o de persona, o incluso de aspecto, pero escribir ejemplos de frases respetuosas con tales principios supondría diseñar una jerigonza que superaría las habilidades de las personas normales, acostumbradas a hablar lenguas naturales, y sería preciso cambiar algunas neuronas por circuitos electrónicos con software de Microsoft.

Terminaré con una reflexión: es frecuente oír a profesores universitarios que se quejan de que los alumnos escriben con faltas de ortografía. No seré yo quien disculpe las faltas de ortografía, que ciertamente son algo deplorable, pero en comparación, ¿quién tiene una carencia mayor, quien no sabe hacer algo que hasta un programa de Microsoft puede hacer (respetar la ortografía) o quien no sabe hacer algo que requiere inteligencia para hacerse bien (hablar y redactar con propiedad)? Yo he visto a alumnos escribir hayar o escojer,  pero nunca les he visto atentar contra el género (ni el número, etc.). Las faltas de ortografía son mera dejadez; la violencia de género, en cambio, es una deficiencia lingüística mucho más profunda que incapacita para comprender textos fundamentales como éste:

Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Constitución Española, artículo 14

Pero no hay que alarmarse. El mundo no está peor que hace dos mil años. Ya lo decía Cicerón: Stultorum infinitus est numerus.

Y yo me pregunto: Nuestros políticos han ido a la escuela?... 

La Tontuna lingüística de los políticos con el "Ciudadanos y Ciudadanas"

Respuesta de la Real Academia Española a la consulta sobre el uso de "los alumnos y las alumnas" en lugar de "los alumnos":


Si lo que usted persigue es economizar palabras en el discurso, obviamente, la mejor forma de hacerlo en el caso que nos plantea, sería prescindir de uno de los elementos (las alumnas), pues su presencia es pleonática e innecesaria, dado que el masculino plural (los alumnos), sirviendo como genérico, ya incluiría en sí mismo a las alumnas.

En los sustantivos que designan seres animados, el masculino gramatical no solo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino para designar la clase, esto es, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: El hombre es el único animal racional; El gato es un buen animal de compañía.

Consecuentemente, los nombres apelativos masculinos, cuando se emplean en plural, pueden incluir en su designación a seres de uno y otro sexo: Los hombres prehistóricos se vestían con ropas de animales; En mi barrio hay muchos gatos (de la referencia no quedan excluidas ni las mujeres prehistóricas ni las gatas).

Así, con la expresión los alumnos podemos referirnos a un colectivo formado exclusivamente por alumnos varones, pero también a un colectivo mixto, formado por chicos y chicas.

A pesar de ello, en los últimos tiempos, por razones de corrección política, que no de corrección lingüística, se está extendiendo la costumbre de hacer explícita en estos casos la alusión a ambos sexos:

«Decidió luchar ella, y ayudar a sus compañeros y compañeras» (Excélsior [Méx.] 5.9.96).

Se olvida que en la lengua está prevista la posibilidad de referirse a colectivos mixtos a través del género gramatical masculino, posibilidad en la que no debe verse intención discriminatoria alguna, sino la aplicación de la ley lingüística de la economía expresiva; así pues, en el ejemplo citado pudo -y debió- decirse, simplemente, ayudar a sus compañeros.

Solo cuando la oposición de sexos es un factor relevante en el contexto es necesaria la mención explícita de ambos géneros: La proporción de alumnos y alumnas en las aulas se ha ido invirtiendo progresivamente; En las actividades deportivas deberán participar por igual alumnos y alumnas.


Reciba un cordial saludo.
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Departamento de Español al día
RAE
Fuente: Prof. Carlos ivorra