Tremendo articulo
de Ginés Eike. Ahora vas y los cascas...
No me robe
mi voto ni me robe mi voz. Es fascismo.
Carta abierta a un hijo de puta por santa que
sea o fuere su señora madre.
La Real
Academia de la Lengua Española dice del término “hijo de puta” lo
siguiente :
Y
efectivamente eso es lo que es usted D. Carles Mañe Marimon una malísima
persona y por tanto un hijo de puta superlativo.
¿Por que
digo esto? ¿En que me baso? En algunas de sus afirmaciones. En su macabro,
repelente y vomitivo “sentido del humor” con nuestros muertos. Si, nuestros
muertos.
Su
“facebook” es público, cualquiera puede acceder a sus escritos, sus comentarios
y sus fotografías. Es evidente, que así lo quiere Ud. por que de quererlo de
otra manera habría accesos restringidos y/o limitados y no les hay.
De tal
modo que cualquiera, como digo, puede acceder con total libertad a sus “fotos
comentadas”, a fotos suyas, fotos de sus hijas, de su pareja, de amigos, de
enemigos, etc….. a todo.
Una de sus
primeras “fotos comentadas” que me llamó la atención fue esta que Ud. tiene
colgada en su “facebook” desde Julio de 2.013 :
¿De verdad
era necesario documentar ese comentario con la fotografía de unos guardias
civiles enterrando a otro?
Ese
comentario más o menos acertado es el de un independentista, pero…. documentado
con esa fotografía es el de un hijo de puta que es lo que es Ud.
La siguiente
“fotografía comentada” en la que me pararé es una que Ud. publicó el día 14 de
Septiembre también de 2.013. Si la anterior sólo la podía colgar como
guarnición a su comentario un hijo de puta, el comentario que Ud. Carles Mañe
Marimon hace en esta otra fotografía es de ser un hijo de puta redomado :
A ver hijo
de puta, todos esos féretros estaban fatalmente ocupados por gentes que tienen
padres y madres, parejas, hijos, proyectos. Padres como Ud. hijo de puta y
habla de ellos como si fuesen meros objetos utilizándoles en un “chiste” que
maldita sea la gracia que tiene.
Para
acabar no quiero de dejar de mencionar que me he permitido “decorar” otro
“maravilloso comentario” suyo, hijo de puta, para que todo el mundo pueda ver a
quienes se estaba Ud. refiriendo con él. Es de hace pocas fechas, es reciente.
El Capitan
Pena, La Teniente Ortega, El Teniente Ruiz, El Sargento Caramanzana, esos
“salvapatiras pistoleros” como Ud., hijo de puta, les denomina siguen en el
fondo del mar. Muertos. Seguramente atrapados dentro del helicóptero que Ud.,
hijo de puta, también menciona en su comentario. Muertos, mientras se
preparaban, dedicaban e instruían para tratar de salvar vidas humanas.
Espero y
deseo, solemne hijo de puta, que nadie de su familia llegue jamás a requerir
los servicios de ninguno de los integrantes de los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad del Estado, así como de las Fuerzas Armadas por causa grave alguna,
ni siquiera Ud.
Pero si
quiero dejarle constancia, enorme hijo de puta, que hay padres que queremos a
nuestros hijos no sólo por QUE LO SON sino también por LO QUE SON.
Las
pestañas de cualquiera de los que ocupan esos féretros, o de los que están a
centenares de metros bajo el mar y que Ud., hijo de puta ha tratado con tanta
mofa y desprecio, valen más que toda su repugnante y miserable existencia.
Espero y
deseo, campeón de los hijos de puta, que sus hijas, su pareja, sus amistades,
jamás le pregunten :¿Por que hiciste cosas que sólo hace un ser tan
despreciable?. Pero si deseo con toda mi alma que lo piensen cada día de sus
vidas.
Aunque Ud.
se ha permitido mofarse y menospreciar a hijos e hijas de otros, padres y
madres de otros, en féretros o bajo el mar, yo voy a abstenerme de poner
enlaces a fotos de sus hijas, de su pareja, de sus amigos, todos ellos
sonrientes, y por fortuna vivos. Y no lo haré, por que hay muchas cosas que me
diferencian de Ud. pero sobre todo :
Ginés Eike.
Sólo una
cosa más memorable hijo de puta. Es una suerte para los dos, (especialmente y
mucho más para mi por razones obvias, otros padres lamentablemente no han
tenido mi suerte hasta ahora), que mi hijo no fuera uno de los que ocupaba uno
de esos féretros, ni sea uno de los que yacen bajo el fondo del mar y de los
que Ud., infumable hijo de puta, tan impropiamente se ha reído y menospreciado.
Repito, una suerte para los dos.